Gracias a Narconon me encontré a mí mismo

Jafet, Graduado de Narconon México
Jafet, Graduado de Narconon México
 

Nací y crecí en un pueblo llamado Cosamaloapan en el Estado de Veracruz. Mis padres siempre han sido personas trabajadoras quienes me han impulsado e inculcado valores para ser una persona de bien. Por lo que a los 17 años me enviaron a vivir con mis padrinos a la ciudad de Orizaba para cursar los estudios de bachillerato, a fin de contar con un mayor nivel académico. Como adolescente ávido por conocer la vida citadina, convencí a mi padre para tener mi propio dinero y departamento. Sin embargo, por la inexperiencia de la edad empecé a sentirme solo y ese vacío lo llené con amigos con quienes probé el alcohol y poco después la marihuana, en consecuencia mis gastos comenzaron a ser irresponsables.

De manera irremediable el consumo de alcohol aumentó y mi comportamiento empezó a ser el de una persona agresiva. Comencé la universidad, la soledad y el desamparo crecieron, por lo que la marihuna se convirtió en mi mejor aliado al creer que me relajaba y me hacía sentir tranquilo, al punto en que diario necesitaba un cigarro para comenzar con las actividades. En ocasiones llegaba borracho a clases o no entraba y comencé a desatender todo lo relacionado con la escuela hasta abandonarla.

Sentía que ya no me satisfacía lo que consumía y fue cuando conocí el LSD, las tachas y la cocaína. Sin darme cuenta, mi departamento se había convertido en un desastre total y yo era una persona en quien no se podía confiar. Cambié de amigos y con los nuevos teníamos en común la adicción y dependencia por la droga. En los momentos en que estaba despierto veía mi realidad y esta me causaba una depresión profunda, por lo que este dolor solo era calmado con más dosis.

De pronto llegó la pandemia por COVID-19 y con ella el confinamiento, situación por la cual tuve que volver a Cosamaloapan. El consumo de substancias se había convertido en una necesidad, por lo que inmediatamente busqué la manera de conseguirlas y fue cuando conocí el cristal y, con ello, la entrada al infierno de la adicción.

Mi comportamiento aún fue más hostil, dañé a mi familia y a mi comunidad, me convertí en una persona quien solo buscaba destruir todo. Trabajaba con mi papá y el dinero que ganaba lo gastaba en cristal.

“Un día miré hacia atrás y me di cuenta de que estaba totalmente perdido, sentía que me había convertido en un monstruo”.

Ya no tenía nada, mi familia y mis amigos no confiaban en mí, estaba muerto en vida y ya no podía diferenciar la realidad de la fantasía. Estaba viviendo las consecuencias del consumo y realmente estaba sufriendo.

Un día no pude más y le pedí ayuda a mi padre, quien con su inmenso amor buscó el mejor centro de rehabilitación para mí y ese fue Narconon México. Al siguiente día estaba a 8 horas de distancia de mi hogar, listo para iniciar un nuevo capítulo lejos de las adicciones a las drogas y al alcohol.

A los pocos días de haber comenzado el Programa de Narconon tuve la certeza de que iba a funcionar. El primer paso que hice fue la Retirada Libre de Drogas, en el cual, me sentí con el valor y fuerza suficiente para pasar por los síntomas de la abstinencia. Este hecho me brindó tranquilidad, situación que no experimentaba hacía mucho tiempo.

La siguiente etapa fue la Desintoxicación de la Nueva Vida, se trata de una combinación de ejercicio, sudado en sauna de calor seco y un régimen nutricional exacto. Fue increíble percibir los cambios que fueron sucediendo en mi cuerpo, hasta sentirme limpio de las toxinas que había acumulado por el consumo de substancias psicoactivas. En consecuencia mi pensamiento fue mucho más claro, me sentía feliz porque mi nuevo yo me agradaba bastante.

El paso tercer paso fueron Los Objetivos, se trata de una serie de ejercicios que ayudan a la persona a enfocar su atención en el entorno presente e inmediato. Estos procesos me ayudaron a tener mayor confianza en mí mismo, a conocerme mejor y a despertar de la irrealidad en la que vivía. Gracias a estos ejercicios puedo manejar los problemas que se me presenten, puedo disfrutar todo mi mundo y me doy cuenta de que lo que vivo me gusta, por fin me gusta mi realidad.

“Gracias a los Procesos Objetivos estoy bien conmigo mismo y me quiero tal cual soy”.

El último paso del Programa fueron los cursos de Destrezas para la vida, con los cuales, recordé y aprendí muchos valores y habilidades muy útiles para manejar muchos aspectos de mi vida. Por ejemplo, con el curso Superando los Altibajos en la Vida logré identificar a las personas que son buenas para mí y me siento capaz de desconectarme de aquellas que solo me traen problemas. Gracias a este curso confronté situaciones que en el pasado me daban miedo.

El curso Valores Personales representó un reto para mí al confrontar todas las acciones dañinas que cometí durante el tiempo de consumo. No obstante, sentí gran satisfacción de haber hecho este examen de conciencia, me sentí como si me hubieran quitado un peso de encima por la posibilidad de poder resarcir el daño. Gracias a este curso, me sentí muy tranquilo y sereno.

Hoy que termino el Programa solo puedo decir que estoy vivo. Narconon ha sido una de las mejores experiencias porque hoy todo es diferente, tengo fe y esperanza después de haber salido de una muerte en vida.

Estoy feliz con la vida porque la mayor ganancia que un ser humano puede tener es la de encontrarse con uno mismo.

¡Gracia Narconon!

Jafet, Graduado de Narconon México


AUTOR

Hazel

Secretario de Diseminación Narconon México

NARCONON MÉXICO

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS