Los peligros de las drogas sintéticas
Es cierto que algunas drogas son mucho más potentes y peligrosas que otras, pero también es cierto que no existen drogas que se les pueda llamar “seguras”. Esto se debe principalmente al hecho de que todas ellas funcionan al interrumpir las funciones normales de tu cuerpo y al producir cambios fisiológicos en el mismo. Esto incluye tanto las drogas “naturales” o que provienen de algún recurso natural como la marihuana, la cocaína y el opio, como las drogas sintéticas como la metanfetamina, el éxtasis y el spice.
¿Qué son las drogas sintéticas?
Las drogas sintéticas son sustancias que han sido fabricadas por el hombre con el propósito de imitar los efectos de otras sustancias controladas. Vienen en una variedad de formas, incluyendo hierbas, líquidos, píldoras y polvos, y son increíblemente peligrosas.
Uno incluso puede argumentar que las drogas sintéticas son más peligrosas que las drogas “naturales” debido a una cosa principal: no hay forma de que el usuario confirme el origen exacto o la composición química de las drogas sintéticas. Esto significa que una sola dosis de la sustancia sintética puede resultar fatal, ya que puede no ser puro como se anuncia y, en su lugar, puede estar mezclado con otras sustancias mas peligrosas.
Además de los peligros que conllevan todas las drogas sintéticas en cuanto a su origen y composición química, algunas drogas sintéticas específicas que son muy populares también son muy peligrosas. Las siguientes son algunas de las drogas sintéticas más populares y peligrosas:
Marihuana sintética. La marihuana sintética, que comúnmente se conoce como “Spice” o “K2”, se crea al rociar productos químicos sobre materiales parecidos a hierbas. Estos productos químicos están diseñados para imitar los efectos del THC, que es el principal ingrediente psicoactivo de la marihuana natural. En un esfuerzo por frenar la producción de marihuana sintética, la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos colocó cinco sustancias químicas comúnmente utilizadas en su producción en el Anexo I de la Ley de Sustancias Controladas a principios de 2011. Desafortunadamente, todo esto sirvió para impulsar a los fabricantes a encontrar nuevas sustancias químicas para crear efectos similares.
Catinonas sintéticas. Más comúnmente conocidas como “sales de baño”, las catinonas sintéticas están diseñadas para producir efectos que son similares a las drogas estimulantes como la MDMA, la metanfetamina y la cocaína. Esta droga puede causar ataques cardíacos, insuficiencia renal y hepática, paranoia, ataques de pánico, un colapso del tejido muscular y mucho más.
Molly. A menudo se vende como MDMA o éxtasis, Molly normalmente se vende como un polvo o píldora y, dependiendo de su origen y composición, puede actuar como un alucinógeno o estimulante. Causa una frecuencia cardíaca elevada, sudoración intensa, apretamiento de los dientes, escalofríos y un aumento repentino y peligroso de la temperatura corporal.
N-BOMe. También llamada “N-Bomb” o “Smiles”, solo una pequeña dosis de N-BOMe tiene el potencial de causar una sobredosis letal. Este alucinógeno sintético a menudo se vende como una alternativa de LSD, o incluso como LSD, que coloca al usuario en un peligro considerable.
La mayoría de las drogas sintéticas se venden en paquetes pequeños y coloridos que están etiquetados específicamente como “No para consumo humano” para que los fabricantes eviten el enjuiciamiento penal, a pesar de que se venden con el propósito exacto de ser consumidos. Una persona adicta a las drogas sintéticas debe recibir servicios inmediatos de tratamiento de rehabilitación profesional.
