SOBREDOSIS

Sobredosis Mexico

A través de los ojos de un adicto

Pones una aguja en el brazo e inyectas la heroína. Ella viaja a través de tu torrente sanguíneo y entra en el cerebro. Allí la heroína se convierte en morfina, que se une y activa los receptores opioides en el cerebro. Una sensación de calor lo invade, una sensación de placer y euforia. Se siente como si estuviera envuelto por una nube.

La morfina viaja y afecta a tu médula espinal y luego a tu sistema nervioso. El sistema nervioso controla varias funciones corporales y un adicto a la heroína que acaba de inyectarse experimentará una disminución de la frecuencia cardíaca y una disminución de la frecuencia respiratoria. Cuando la heroína invade el cuerpo totalmente la respiración se hace lenta debido a que el cuerpo relaja los músculos pulmonares y existe acumulación de dióxido de carbono. Tu respiración está disminuyendo de 12 a 16 respiraciones por minuto en un adulto normal.

Sintiéndote así, no tienes ninguna preocupación (ojalá pudieras sentirte así sin heroína). Comienzas a sentir la cabeza pesada y los ruidos mas profundos, puede. La habitación se oscurece y tu cabeza cae, luego se levanta una y otra vez.

Si no has ingerido suficiente heroína para suicidarte, tu cuerpo permanece en estado de depresión hasta que los efectos de la heroína se desvanezcan. En ese momento te volverás más alerta seguido por la ansiedad de necesitar más heroína para prevenir sentir los malestares por dejar el consumo.

Si has ingerido suficiente heroína para suicidarte, sucederá una de dos cosas:

  1. Tu ritmo cardíaco y la respiración seguirán disminuyendo. Comenzaras a sudar y como tu cuerpo no está recibiendo suficiente oxígeno, tus labios se vuelven azules hasta el punto de que tu respiración se reduce a nada y mueres.
  2. Se te administrará una inyección de Naloxona, un antagonista opioide que se unirá a las mismas partes del cerebro que recibieron la heroína. Allí la Naxolona bloqueará los efectos de la heroína durante 30 a 90 minutos invirtiendo la depresión respiratoria que habría llevado a una sobredosis. Ojalá cuando llegues, no busques inmediatamente más heroína para drogarte. Sin embargo, a menos que alguien intervenga, es probable que lo hagas.

Las sobredosis de heroína continúan aumentando y son aun peores y mas comunes en los adictos que también toman otros opioides o alcohol.


Si conoce a alguien que es un adicto a la heroína, por favor insista en que busquen tratamiento. Así no tendrán que pasar por ninguna de las escenas descritas anteriormente.

Llámenos hoy.

Narconon México

+52 (442) 125 71 27

AUTOR

Hazel

Secretario de Diseminación Narconon México

NARCONON MÉXICO

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS