Adicción a los medicamentos recetados
Una peligrosa adicción, que en muchas ocasiones es invisible ante nuestros ojos.
Nuestra sociedad ve los peligros de las drogas como algo lejano. La mayoría nos sentimos a salvo de cualquier tipo de dependencia a las drogas. Nuestro sentido común y la educación recibida nos hace creer que las adicciones son algo que se deriva de situaciones conflictivas, de problemas socioeconómicos o de la inconsciencia y que se queda limitado a los elementos más marginales de la sociedad y es exclusivo para el consumo de estupefacientes o drogas callejeras, como la heroína, la cocaína, el éxtasis, el alcohol, etcétera…
Esto no es cierto en lo absoluto. Lamentablemente las estadísticas globales muestran que existen nuevas drogas alrededor del mundo, aumentando así, el numero de adictos a las mismas. Pero el tema del cual estamos por discutir hoy es algo mas cercano a cada uno de nosotros y es la adicción a los medicamentos recetados.
Existen personas que llevan consumiendo medicamentos por años y ellos mismos no saben que están “enganchados”, ya que piensan (de forma errónea) que al ser medicamentos no los puede volver susceptibles a crear una adicción y no existe forma alguna por la cual sean peligrosos.
Debemos reconocer como sociedad este problema creciente, educarnos acerca del problema y dejar de ver la adicción a los medicamentos recetados como un enemigo invisible. Y es que es muy complicado realizar la comparación realmente existente, entre aquel adicto que consume drogas ilegales de aquellos que lo son de los medicamentos prescritos.
Un adicto a los medicamentos recetados, al igual que el adicto a otras sustancias, los utiliza para un propósito diferente del que tenía inicialmente. En ambos casos, se empieza a depender de su consumo para sentirse mejor o también con la intención de no experimentar antojos y deseos entre los periodos recetados, así como síntomas negativos, tanto físicos como psicológicos de abstinencia, en los periodos de reducción o eliminación de la toma del medicamento.
Más sobre la adicción a los medicamentos
Es importante advertir que la adicción a los medicamentos es igual o mas dañina que la adicción a cualquier droga callejera y aporta los mismos resultados negativos en el consumidor, entre los cuales esta la dificultad para mantener relaciones, problemas de trabajo, daño físico y mental, etcétera.
Lamentablemente para los consumidores regulares de estas sustancias, en el caso de esta adicción, el consumo esta socialmente mas aceptado que ningún otro, inclusive en comparación con el alcohol, nos atrevemos a decir que es mejor visto alguien que consume pastillas a una persona que se sabe que tiene problemas con el alcohol. Esto hace más complicado la recuperación y el detener por completo el consumo.
Pueden existir muchas clases de excusas que vienen de la mano con con lo anterior mencionado, entre las cuales están, “Si me las da el medico no son malas”, “Me siento mejor de lo que estaba antes”, “si no las tomo mi enfermedad empeora”.
Todos solemos aceptar estas excusas como ciertas y permitimos que la dependencia siga su curso, al contrario de lo que haríamos con un consumidor de drogas ilegales. Es mas complicado actuar para frenar a una persona que tenemos la sospecha esta deteriorándose por el consumo de medicamentos.
Nos encontramos, por tanto, ante una situación desconocida, en la que sólo los profesionales de la salud o los especialistas de centros de rehabilitación, como los que componen Narconon México, son capaces de establecer un camino hacia la rehabilitación efectiva.
Pero en la medida de nuestras posibilidades, podemos intuir cuando un consumo excesivo de medicamentos esta resultando peligroso para la salud. Y es que se ha convertido en rutina tomar una pastilla cada vez que nos sentimos mal de algún modo, esta acción se ha instalado en las personas, sobre todo entre aquellas de más avanzada edad, como algo natural y aconsejable, si lo vemos de esta manera se hace más que evidente que los médicos están creando a drogadictos inconscientes.
Medicamentos más frecuentados y adictivos
En los años 70, para escapar de la realidad tuvimos el Valium, muy usado por las amas de casa para superar depresiones; hoy, sin embargo la gama de estos productos se ha multiplicado.
Estos son algunos de los mas utilizados actualmente:
El Paxil, paroxetina o seroxat; un potente fármaco antidepresivo inhibidor selectivo de la recapacitación de la serotonina. Es usado para tratar depresión clínica, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno de ansiedad social (TAC), trastorno de pánico , trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
Los efectos secundarios comunes incluyen somnolencia, sequedad de boca, pérdida de apetito, sudores, dificultad para dormir y eyaculación retardada. También puede ser asociado con ligeros riesgos de defectos de nacimiento. El síndrome de abstinencia puede ser más común con paroxetina que con otras ISRS. Varios estudios han relacionado la paroxetina con pensamientos y tendencias suicidas en niños y adolescentes.
Lorazepan; un ansiolítico, amnésico, sedante e hipnótico, anticonvulsivo y relajante muscular. Entre sus contraindicaciones, cabe destacar la hipersensibilidad conocida a las benzodiazepinas, insuficiencia respiratoria descompensada y glaucoma de ángulo estrecho.
Prozac; de características parecidas al Paxil, durante el embarazo no debe ser usado. A largo plazo, hace al paciente más propenso a sufrir de hipertensión y puede inducir episodios maníacos o hipomaníacos en pacientes con trastorno bipolar. También causa somnolencia como uno de sus efectos colaterales. Otros posibles efectos secundarios incluyen dificultad motora (ataxia), resequedad en la boca y garganta, enrojecimiento de la piel, una alta frecuencia cardíaca (taquicardia), visión borrosa debido a la falta de acomodación (cicloplejia), sensibilidad anormal a la luz (fotofobia), dilatación de la pupila (midriasis) y otros trastornos de la visión, retención urinaria, estreñimiento, dificultad para concentrarse, pérdida de la memoria a corto plazo, alucinaciones, confusión, disfunción eréctil, eyaculación retardada o inalcanzable y delirio.
Otros medicamentos peligrosos son el Lexapro, Xanex, Zoloft y Wellbutrin. Si la depresión no te mata, quizás el dolor lo hará. La hidrocodona, Tramadol, Vicodin, Lyrica, Oxycodone y Percocet son también de los más recetados por los médicos.
Todos y cada uno de estos medicamentos son adictivos y tienen efectos secundarios desagradables.
