Adicción a través de los ojos de un adicto

Lo principal que recuerdo sobre ser un cocainomano, heroinomano y alcohólico era el miedo. Varios tipos de miedo de hecho y cada uno en diversos grados. Desde el miedo de que mandaran a la policía por mi después de un incidente hasta el miedo de quedarme sin droga y no tener posibilidad de comprar más (uno de los peores miedos).

La gente me ha preguntado si alguna vez tuve miedo a la sobredosis. No, eso nunca me dio miedo y no necesariamente significaba que quisiera morir, pero sinceramente yo todo lo que quería era sentirme dopado y no pensaba en si me iba a morir o no.

Tampoco hablaré acerca de la sensación de lo que significa estar drogado con heroína por temor a glorificarlo de algún modo. Es una droga terrible que convierte a las personas decentes en mentirosas y ladrones.

La mayoría de los días como adicto, dormía hasta tarde o al menos lo intentaba por que de todos modos los traficantes de drogas no se levantan temprano. Cuando me levantaba, fumaba un porro e inhalaba algo de cocaína, lo primero que tomaba era un vaso de vodka si es que había algo de alcohol en mí casa. Por lo general, no lo hacia, ya que había pasado toda la noche bebiendo y pensando en cómo iba a obtener el dinero para comprar la droga del siguiente día.

La mayoría de estas ideas para conseguir dinero no funcionaban o funcionaron muy pocas veces y muchas de ellas involucraron a alguien para que me diera dinero; mí mamá (cuando estaba viva), hermanas, madrastra o papá, o la mejor de las ideas, decirle a mí dealer que pronto me llegaría dinero y que debía fiarme un poco de droga. Otra idea era empeñar todo lo que tenía valor y si ninguno de los anteriores funcionaba, robaba.

Casi todo mí tiempo lo invertía tratando de obtener dinero para comprar droga y luego esperar a que apareciera mí dealer. Casi todo mí tiempo estaba destinado a estas dos actividades. Dediqué muy poco tiempo al uso de la droga, porque apenas consumía drogas, rápidamente la usaba toda y tan pronto como el efecto bajaba, volvía al mismo juego es decir a pensar como conseguir más dinero para drogas.

Noté que en cierto punto de mí adicción comencé a mirar a las personas no como personas, sino como un medio para alimentar mí hábito. Siempre pensé en cómo podría obtener algo de ellos, como haría para convencerlos de que me dieran dinero o algo de valor para poder venderlo. (Si hubiera usado el tiempo y el esfuerzo que invertí tratando de obtener droga en algo positivo, probablemente sería un hombre rico y exitoso en estos días). Hace poco me puse a pensar cuanto dinero había gastado en drogas y alcohol, este era cerca a los 10 millones de pesos (y yo no soy y nunca fui para nada una persona con mucho dinero).

Perdí mí trabajo, la mayoría de mis verdaderos amigos, mí esposa y mis hijos, y casi mí libertad. Era un círculo interminable de intrigas para obtener dinero, obtener dinero y luego poner ese dinero en consumir.

Le Mentí a todos los que amaba muchas, muchas veces. Dije mentiras para cubrir mis acciones, luego mentiras para cubrir esas mentiras. Mentí para explicar a dónde fueron mis cosas. Mentí para explicar dónde fueron los pagos del alquiler o del automóvil. Mentí sobre por qué estaba enfermo todo el tiempo o por qué no podía ir a trabajar, entonces por qué me despidieron. Por qué estoy bajo de peso, hundido en los ojos y chupado en las mejillas. Mi vida no fue más que mentiras durante muchos años.

Ahora estoy limpio y cumplí mí tercer aniversario en agosto de 2017 gracias al programa Narconon. Y todavía estoy lidiando con el hecho de que la mayoría de los verdaderos amigos y familiares no tienen una confianza plena en mi. Puede ser frustrante, pero sé que tengo mucho trabajo por hacer antes de volver a ser una persona decente. Siento que es imposible hacer las paces con todos aquellos a quienes perjudiqué.

Sé que mí caso es solo uno de muchos y espero que puedan verse reflejados en mí para hacer un cambio en sus vidas. También sé que Narconon México puede ayudarte a hacer ese cambio.

—Graduado de Narconon Mexico

Narconon México

+52 (442) 125 71 27

AUTOR

Hazel

Secretario de Diseminación Narconon México

NARCONON MÉXICO

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS