¿Cómo saber si un adolescente consume drogas y cómo prevenirlo?

“El medio más efectivo para que nuestros hijos o adolescentes a nuestro cargo no usen drogas y alcohol, somos nosotros mismos.”

Soy Marisela Solórzano y desde hace 24 años trabajo directamente en temas relacionados con las adicciones a las drogas y al alcohol y, a lo largo de este tiempo, he observado ciertos comunes indicadores físicos y de comportamiento que pueden dar aviso de que una persona está en un problema de abuso de substancias psicoactivas. En las pláticas que tengo con los padres, tutores o familiares cercanos de los adolescentes, les comparto estas recomendaciones para identificar estos indicadores, cómo poder hacer algo al respecto y cómo mantener una convivencia familiar armónica.

Cuando existe una convivencia rutinaria como padres, tutores o familiares cercanos conocemos la forma de ser y las costumbres de nuestros adolescentes. Por lo que no necesariamente estos indicadores pueden estar asociados con una conducta de abuso de substancias psicoactivas, sin embrago, cuando hay cambios evidentes en su comportamiento o físicos algo debe estar pasando y es importante verificarlo.

PADRES Y FAMILIARES PREPARADOS

El medio más efectivo para que nuestros hijos o adolescentes a nuestro cargo no consuman drogas ni abusen del alcohol, somos nosotros mismos. Los jóvenes que aprenden de sus padres o tutores sobre los riesgos y consecuencias del uso de drogas tienen menos probabilidad de que caigan en una adicción.

Los padres, tutores o familiares cercanos representan la influencia más importante en la vida diaria de los adolescentes. Pero la preparación para enseñar a combatir la droga generalmente no es instintiva, aun para el mejor de los padres o tutores.

Se requieren acciones que logren una mejor comunicación y convivencia para generar un entorno de confianza.

PARTICIPAR ACTIVAMENTE EN LA VIDA DE LOS ADOLESCENTES

Los adolescentes que tienen una buena relación con sus padres, tutores o familiares cercanos, tienen menos probabilidad de participar en comportamientos de alto riesgo. Mientras más activa y de calidad sea la convivencia familiar, los adolescentes se sentirán apreciados, lo que facilitará una relación positiva hacia sus padres o tutores. Por lo que siempre recomiendo la adopción de las siguientes prácticas de manera cotidiana:

Haga tiempo para estar juntos:

Compartir momentos es importante para fortalecer los lazos filiales. Ver películas, platicar o usar cualquier pretexto para estar juntos, es una oportunidad para conocerse y aprender acerca de las inquietudes de los adolescentes.

No tema preguntarles a sus hijos a dónde van:

Saber quiénes son sus amigos y a qué se dedican sus padres, no es curiosidad o intromisión, es protección. Este cuestionamiento le permitirá saber quién está en el entorno de los adolescentes.

Trate de estar en casa cuando los adolescentes lleguen de sus actividades ordinarias:

A veces las actividades laborales de los padres o tutores impiden que esto sea posible. No obstante, en la medida de lo posible, es deseable que usted se encuentre en casa para recibirlos. Además de que esto los hará sentir protegidos, representa un freno y control para ellos.

Coman juntos tantas veces como les sea posible:

Comer juntos sin distractores como celulares, dispositivos, videojuegos o televisión fomentará un buen momento para convivir y comunicarse.

APRENDA A COMUNICARSE

¿Conoce usted el grupo musical favorito de su hijo? ¿Lo que está de moda en la escuela? ¿El equipo deportivo o pasatiempo favorito? Entre más comunicación familiar exista, mayor será la afinidad o empatía que un adolescente pueda sentir, lo que puede favorecer una buena plática sobre los riesgos y consecuencias del uso de las drogas, entre otros temas delicados. Para ello, se recomienda:

• Hablar claramente con ellos.
• Escuchar con mucha atención.
• Otorgar respuestas honestas.
• Utilizar como apoyo la información sobre drogas que se tenga disponible. Existen muchos sitios en Internet con contenidos serios y amigables para su difusión.
• Practique con sus hijos las formas en que puede rechazar las drogas y el alcohol en diferentes situaciones.

“Reaccionar ante inquietudes o cosas que un adolescente contó en confesión, nunca es una buena estrategia, lejos de atraerlo lo retraerá y perderá su confianza”.

INDIQUE EL CAMINO CORRECTO

Con sus acciones sea un ejemplo para sus hijos, de esta manera, evitará mensajes confusos sobre lo que es bueno o malo, ético o no ético, saludable o dañino. Con estas acciones estaremos fomentando que los límites que se hayan establecido sean estables. Por ello también se recomienda que los padres, tutores o familiares cercanos examinen su propio comportamiento para poder llevar a cabo estas acciones con éxito.

ESTABLEZCA SUS PROPIAS REGLAS

La etapa de la adolescencia es una de las más proclives para a experimentar con drogas. Tienen muchos deseos de encontrar y establecer su propia personalidad, asimismo el afán por la libertad a veces los hace parecer como independiente. No obstante, siguen necesitando de una estructura y una guía en casa, ellos buscan seguridad en sus padres y una forma de demostrarlo es a través del establecimiento de límites estables. Es decir:

• Fije una hora apropiada para que ellos regresen a casa.
• Acostumbre a sus hijos a reportarse.
• Llame a los padres de la casa en donde se encuentran o con quien están saliendo.
• Facilite a sus hijos el salir de una fiesta donde se están consumiendo drogas.
• Haga caso de su intuición.

ELOGIE Y RECOMPENSE

Hacer énfasis en lo positivo y recompensar el buen comportamiento es una buena forma para hacerles saber cuál es el camino correcto.

INDICADORES QUE SE PRESENTAN EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS ANTE EL USO Y ABUSO DE SUBSTANCIAS PSICOACTIVAS:

• En la escuela: bajo rendimiento, ausencias escolares, llegar tarde, irse temprano o deserción.
• Se vuelven más introvertidos, retraídos y hay pérdida de motivación en general.
• Evitan el contacto visual y suelen aislarse.
• Impiden que entren en su habitación y/o constantemente esconden objetos.
• Constantemente está nen problemas.
• Piden dinero sin dar una explicación coherente sobre su destino.
• Desaparecen cosas de casa (dinero, medicamentos, objetos valiosos).
• Llamadas telefónicas extrañas.
• Cambio de amigos y alejamiento de los anteriores.
• Fascinación por las drogas.
• Ojos como si tuvieran sangre o enrojecidos e irritados.
• Pupilas dilatadas o contraídas.
• Pérdida o aumento repentino de peso.
• Hemorragias nasales frecuentes, consecuencia de la inhalación de drogas.
• Accidentes inusuales o contusiones provocados por una mala coordinación.
• Olor inusual en aliento o cuerpo.
• Dificultad para hablar.
• Desórdenes de sueños.
• Temblores o convulsiones repentinas.
• Paranoia, ansiedad o depresión.
• Cambios de humor como: irritabilidad sin motivo, episodios de risa sin razón, ira repentina o cambio de personalidad.
• Hiperactividad.
• Dificultad para concertarse y letargo.

Si hay alguien a su alrededor esté teniendo este tipo de manifestaciones, no lo deje, es importante averiguar qué está pasando, tal vez no tenga que ver con adicciones, pero definitivamente algo no está bien y siempre es mejor hacer algo que no hacer nada.

En Narconon México, ¡estamos listos para ayudar!

Marisela Solorzano, Delegada del Director Ejecutivo para Entrega en Narconon México*.

*Especialista en Ética, Diplomada en Adicciones por la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro, Especialista en Retirada de Drogas, Supervisora de Cursos de Mejoramiento Personal, Conferencista en Prevención de Adicciones y Temas de Superación Personal. Cuenta con 24 años de experiencia en temas relacionados a las adicciones a las drogas y al alcohol.