El poder destructivo del alcohol
Todos conocemos las consecuencias que vienen al día siguiente después de excederse con alcohol pero un nuevo estudio ha revelado un daño aún peor que solo la “cruda”.
Cualquiera que haya bebido demasiado sabe que el alcohol tiene el poder de hacernos sentir mal a la mañana siguiente. El dolor de cabeza, las náuseas y la fatiga son mensajes claros que hemos exagerado la noche anterior. Pero ahora, una nueva investigación nos dice que está ocurriendo mucho más daño que solo esta resaca. Un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge revela el poder que tiene el alcohol para destruir el ADN en nuestras células.
Esto es lo que sucede: cuando bebe, su cuerpo comienza a descomponer el alcohol en componentes llamados metabolitos. Uno de estos metabolitos es el acetaldehído, una sustancia que es tóxica para el cuerpo. Si no está sobrecargado de alcohol, puede descomponer rápidamente el acetaldehído en sustancias químicas menos nocivas y luego eliminarlas. Pero si hay demasiado alcohol para que el cuerpo lo manipule fácilmente, el acetaldehído se acumula dentro de las células. Este es el químico que es tan dañino para tu ADN.
En las pruebas con ratones, los investigadores encontraron que una acumulación de acetaldehído causaba roturas en el ADN de las células madre sanguíneas. (Las células madre tienen la capacidad de producir células especializadas para reparar tejidos gastados en órganos, articulaciones u otras partes del cuerpo). El ADN de estas células se modificó permanentemente, lo que significa que no podían reproducirse en células sanas. Y cuando las células sanas se dañan, pueden permitir el crecimiento de células cancerosas.
El alcohol ya era un carcinógeno conocido
No es una novedad que el consumo excesivo de alcohol puede causar cáncer. Este estudio comienza a proporcionar una explicación de por qué puede causar ciertos cánceres a través del daño al ADN.
Los Institutos Nacionales de Salud ya han notado la clara relación entre el consumo de alcohol y los siguientes tipos de cáncer:
- Cánceres de cabeza y cuello que incluyen boca, garganta y laringe. El riesgo de estos cánceres es aún mayor entre las personas que beben y fuman.
- Cáncer de esófago.
- Cáncer de hígado. El consumo de alcohol es la causa principal de este tipo de cáncer.
- Cáncer de mama. Cuanto más alcohol se consume, mayor es el riesgo.
- Cáncer colorrectal (cáncer de colon o recto). Una vez más, el riesgo aumentó junto con la cantidad de alcohol consumido.
¿Tu cara se ve roja después de beber?
El enrojecimiento que experimentan algunas personas después de beber está en realidad relacionado con ese metabolito acetaldehído. Algunas personas son genéticamente menos capaces de descomponer y eliminar el acetaldehído, por lo que cuando beben, esta sustancia química se acumula en sus cuerpos, produciendo síntomas desagradables como enrojecimiento o palpitaciones del corazón.
Si una persona con esta capacidad reducida de procesar acetaldehído continúa bebiendo en exceso, corre un mayor riesgo de cáncer de cabeza, cuello y esófago.
La forma más segura de mantenerse saludable es omitir el alcohol. Si va a beber, limite su consumo de alcohol en pequeñas cantidades y espacie sus bebidas para que su cuerpo pueda procesar la toxicidad. Si nota síntomas como sofocos o palpitaciones, sería muy inteligente elegir cero consumo de alcohol.
Para una persona que no puede dejar de beber por su cuenta, Narconon puede ayudarlo. Durante más de cincuenta años, el programa de rehabilitación de drogas de Narconon ha ayudado a miles de personas a retomar el camino en sus vidas liberándose por completo de la adicción a las drogas y el alcohol.
