El uso de cocaína altera el cerebro
Las personas que consumen esta droga no detectan correctamente las consecuencias adversas en su propio comportamiento mostró estudio.
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge y la Universidad Autónoma de Barcelona demostró que los consumidores de cocaína tienen dificultades al momento de fijar sus prioridades y tomar decisiones ya que son incapaces de inhibir conductas inadecuadas. Esto se debe a que el consumo reiterado de esta droga afecta tanto a la función como a la estructura del cerebro.
Es importante aclarar que cada organismo funciona de forma diferente, lo que hace que exista una mayor o menos resistencia a esta droga, por lo cual no todas las personas que consumen cocaína tienen estos efectos de la misma forma.
La investigación, liderada por el grupo de investigación en Neuropsicofarmacología Humana del Instituto de Investigación Biomédica (IIB) del Hospital de Sant Pau y publicada en la revista ’Addiction Biology’, muestra que los consumidores de cocaína tienden a mostrar una alteración del equilibrio funcional del cerebro. Esto hace entre otras cosas, que no detecten correctamente las consecuencias adversas de su comportamiento.
Estado de hiperactivación
Los investigadores expusieron que los consumidores de cocaína mostraban un estado de hiperactivación en el estriado ventral (una región profunda del cerebro que forma parte del conocido “circuito de recompensa”).
Las personas adictas a la cocaína mostraron mayores activaciones que los individuos sanos con los que fueron comparados en estos estudios. Esta hipersensibilidad se vio acompañada de un perfil de activación anómalo en la corteza prefrontal, una región del cerebro que se encarga de la regulación de la conducta, haciendo que las personas inhiban emociones y de esta manera tengan ciertos comportamientos más impulsivos.
El estudio halló también diferencias estructurales entre los cerebros de unos y otros. En los consumidores de cocaína, el análisis del volumen de la materia gris cerebral reveló una hipertrofia del núcleo caudado y de la corteza orbitofrontal, dos áreas del circuito de recompensa que se han relacionado con los comportamientos compulsivos. Demostró también que en estos pacientes las vías de conexión cerebrales están degradadas entre las áreas que controlan procesos cognitivos como la regulación de la propia conducta y la atención.
Todas estas alteraciones a nivel mental producen un grado de diferencia en el comportamiento del individuo haciéndolo más osado en sus acciones, volviéndolo más agresivo y más incapaz de medir los resultados de sus actos.
La cocaína es una droga altamente adictiva que daña en gran medida a quienes la consumen. Si usted o alguien cercano a usted tiene un problema de adicción con esta o cualquier otra sustancia ¡llámenos! podemos ayudarle.
Referencias
https://www.ub.edu/web/ub/es/menu_eines/noticies/2017/03/063.html
