Reflexión sobre las drogas
NARCONON es un programa de rehabilitación y se centra en el desarrollo de capacidad de la persona en el análisis de las razones por las que comenzó a usar drogas y el desarrollo de un "plan de acción" para el futuro, a fin de mantenerse en un buen camino y no recaer .
Por lo tanto, durante el programa nuestros estudiantes reflexionan sobre los diversos momentos de su vida y la verdadera naturaleza de las drogas, viendo por primera vez la verdad con otros ojos.
Tenemos aquí un ejemplo de un graduado del Centro de Narconon México
“Quiero compartir aquello que pasa por mi mente, imágenes que espero me acompañen durante toda mi vida y así me acuerdo de lo desagradable que son las drogas.
Llego al edificio casi en ruinas de una zona bastante peligrosa de la ciudad, siento la ansiedad y los temblores característicos de cada ocasión que llevo mas de un día sin consumir el polvo que esta acabando mi vida. Subo las escaleras hasta la puerta de hierro, no puedo llegar directamente a ella debido a que tengo que hacer fila detrás de cuatro personas mas que se ven igual o peor que yo. Ante mis ojos, pasa un joven que vive en el segundo piso, lo se por que no es la primera vez que pasa frente a mi. Veo sus manos, no trae dinero pero si llega arrastrando dos bicicletas pequeñas, una rosa y la otra morada que parecen de algún niño. La fila avanza rápidamente, mi ansiedad incrementa estoy tan cerca de conseguir lo que desesperadamente necesito. Pasa detrás de mi una niña de seis o siete años y un pequeño, tal vez de tres años. Ellos bajan las escaleras y casi tienen que pedir permiso a la fila para salir por la puerta principal y poder ir a jugar al parque. Se que esos dos niños que pasaron hace un momento no entienden lo que hacen todas esas personas frente a la puerta de hierro. Pienso y espero realmente que jamas lo entiendan.
Me veo en esa escalera y recuerdo mi infancia. Recuerdo los paseos en bicicleta y a mi abuelo corriendo junto a mi hermano diciéndole que se mantiene detrás de el dándole equilibrio, mientras que él, sin darse cuenta ya está pedaleando solo. Pienso en los castillos de arena y el mar. Pienso en mi madre llevándome a comprar dulces. Pienso en mi infancia y no puedo encontrar un recuerdo con gente parada frente a una puerta para comprar drogas.
Sin embargo, me encontré allí, en esa escalera. Pienso en el dolor que he causado a mi familia, cuando elegí que yo sería uno de los de la fila detrás de la puerta. También pienso en esos niños, en las bicicletas que su padre tuvo que arrebatarles para poder consumir un día mas, pienso en que deseo que esos niños crezcan y no tengan ese recuerdo en su cabeza de la manera que yo lo tengo.
Asi de repugnante es la droga. No sólo roba la vida de los que la eligen, roba la elección de los que tienen que convivir con ella aunque no quieran.
-Guillermo
