¡Yo hoy deje atrás mi adicción para continuar con una vida nueva!

Me llamo Jason y fui adicto a las drogas y esta es mi historia.

Cuando tenía 13 años comencé a juntarme con personas más grandes que yo, me llamaba la atención las cosas que ellos hacían, al principio solo era estar un rato ahí hasta que un día decidí salir con ellos y en esta salida conocí la marihuana y la probé por primera vez, la sensación me hizo sentir bien, por fin sabía lo que era andar “grifo”.

Paso el tiempo sin consumo hasta que llego la segunda ocasión que pude consumir, junto con un amigo fumamos y esta vez dure un tiempo consumiendo, era poco porque quería llevármela tranquila. Tuve que parar porque me fui a vivir a los Estados Unidos con mi familia y no sabía realmente como podrían estar las cosas ahí, llegamos a vivir al estado de Texas a la casa de una tía, entre al colegio hice amigos, reconocí a lo que consumían drogas y empecé a juntarme con ellos, entonces solo fumaba marihuana, mi consumo empezó aumentar, llegamos a fumar dentro de los baños de la escuela, en la calle, en los parques, yo pensaba que solo era un juego nunca creí que sería un adicto. Después de Texas nos fuimos para California, ahí fue que empecé a consumir más marihuana y me gustaba mucho el efecto, conocí las famosas “plumitas” de wax sentía que el efecto era mejor que la marihuana, en una ocasión me puse bien “ondeado” en los baños del colegio con mi plumita; estudiaba en una escuela donde también cursaba mi hermano, ese día que andaba bien ondeado me fui a un salón donde me encontré con mi hermano mayor, me vio y me dijo que porque traía esa cara de marihuano yo no le conteste y simplemente me fui a sentar a una silla para disfrutar mi viaje.

Empezó mi declive, ya no me importaba andar drogado con mi familia, en la escuela o en la calle solo quería sentir el efecto de la marihuana.

Por cuestiones de trabajo de mi papá tuvimos que regresar a México, al llegar a mi ciudad natal, enseguida empecé a juntarme con personas que usaban drogas, ellos no solo fumaban marihuana algunos ya consumían cristal, pastillas, cocaína y otras drogas, a mí en ese momento solo me gustaba la marihuana, la droga me permitía estar “tranquilo”, mi consumo seguía aumentando y aquí realmente ya tenía una fuerte adicción, yo no lo quería aceptar, pero mis cambios eran evidentes, me convertí en una persona intolerante, irresponsable, vaga, grosero, de un carácter muy explosivo, no iba a la prepa por irme a drogar, hasta que llego el día que decidí consumir cocaína, la sensación me gustó mucho, pero no era fácil de conseguirla porque costaba mucho dinero, así que tenía que ingeniármelas para poder consumir, entonces empecé a trabajar con mi papá y a ganarme mi dinero que utilizaba para comprar la droga.

Con la cocaína me sentía feliz, en este punto ya no me sentía cómodo si no andaba drogado, con el tiempo la marihuana y la cocaína dejaron de hacer efecto y entonces un “amigo” me dio a probar el cristal, el efecto fue extasiante, afortunadamente esa droga no la podía tener tan fácil porque no la vendía cualquier persona así que no consumí mucho cristal, en mi intento de seguir experimentando conseguí las clonas (clonazepam), esa fueron la solución, me ponían bien tranquilo y no dejaban evidencia de nada, al paso del tiempo con el consumo de las pastillas no recordaba lo que hacía un día anterior, olvidaba todo, era tanta mi necesidad que no me importaba y seguía consumiendo ahora de todo.

Mi familia se dio cuenta de que andaba en drogas, empecé a tener problemas con ellos, veía como sufrían por verme drogado, no hacía caso a lo que me decían, algunos momentos quería parar para ya no ver sufrir a mi familia, pero cuando me volvía a drogar no me importaba y seguía de vicioso, me llegue a pelear con mi hermano a golpes porque yo me sentía el más chingon andando drogado y nadie me mandaba ni siquiera mis padres, pero cuando pasaba el efecto de la droga, volvía a sentirme muy mal. Cuando llegaba el síndrome de abstinencia me sentía muy ansioso por la falta de la droga y volvía a consumir y esa sensación falsa de sentirme que yo era el más chingon y disque hombrecito.

Después de un tiempo vino a visitarme un tío, hablo conmigo, me hizo saber que él también fue adicto a las drogas y que logro salir adelante, me ofreció ayuda y me presento un programa de rehabilitación, yo le dije que si quería y así fue como llegue aquí al programa en Narconon México.

El programa Narconon me ayudó mucho, dejé en el pasado mi vida de drogadicto, este programa tiene muchas herramientas las cuales me han permitido tener un buen estado mental, sentirme muy seguro, con mucha confianza, tengo muy claro que amistades debo elegir, desintoxique mi cuerpo, tengo una mente clara y limpia, me siento en el presente, pero lo más importante es que me recupere a mí mismo y a mi familia.

“Las personas que me ayudaron aquí en el centro las admiro mucho porque están dedicadas solo a una cosa, lograr que cada uno de los estudiantes que venimos podamos tener una vida feliz, integra y libre de adicciones”...

Las personas que me ayudaron aquí en el centro las admiro mucho porque están dedicadas solo a una cosa, lograr que cada uno de los estudiantes que venimos podamos tener una vida feliz, integra y libre de adicciones, no fue fácil salir de la adicción, pase por varios altibajos los cuales supere al ser persistente, lo digo otra vez, me siento muy bien gracias a las personas que me ayudaron y me motivaron para no relajarme y seguir confrontando las situaciones por las que tuve que pasar.

Ahora veo la vida con otra perspectiva, tengo muchas ganas de seguir aprendiendo y ayudar a los demás para mejorar y que puedan ser personas que salgan adelante y no tengan miedo de sacrificar o dejar cosas las cuales no generen o contribuyan a mi supervivencia.

Gracias Narconon México y a todo su equipo de staff.

¡ARRE!